La consejería que está demostrando una patente inepcia e incompetencia es la de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca a cuyo frente está Alejandro Calvo Rodríguez, conocido por saltar de un sillón a otro de lo público con la única fortuna de tener un nicho laboral inagotable para sí gracias al paraguas del partido innombrable en Asturies y a un padre que en sus tiempos enajenó el capital de un sindicato agrario entregando a sus vasallos como aval y obteniendo prebendas que a la vista están. Que sepamos el señor Calvo es perito agrícola y director de la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística del Principado de Asturias, Recrea, emplazada en la mayor superficie de chiringuitos públicos del Principado, en (Lab)oral Ciudad de la Cultura. Durante la brillante etapa en la Consejería de Cultura de Ana González, hoy alcaldesa, Calvo ocupó el sillón de la viceconsejería en la que destacó por ¿?. Eso sí cuando decidió (o decidieron por él) hacer cualquier movimiento hubo bronca ciudadana.

Ahora en estas fechas le están montando un berrinche las sufridas gentes campesinas del occidente asturiano. El partido tabú  le pilotó a Calvo una de esas componendas sistémicas que tan bien se conocen en el partido del dirigente minero condenado por apropiación indebida. La condena no se hizo efectiva, una nueva componenda de los “innombrables” y el minero mayor disfruta, plácidamente, de los encantos del sur de España. Ese tipo de componendas que no solucionan nada y que sólo pretenden visibilizar lo bien que se llevan, gracias a una gestión de “consenso” social y a una Pax Asturiana de los muertos. Lo visibilizaron hace poco Mercedes Cruzado de COAG que, por cierto, cargó, con sus peores armas, contra los campesinos que protestaban,  José Ramón García de UCA, sindicato muy conocido por los “Calvos”  y Ramón Artime de ASAJA. La puesta en escena les salió un poco pocha a los que mandan y en la actualidad, por desgracia, ya sabemos a lo que juegan tanto sindicatos como empresarios; a bailar el agua a los que mandan.

Chema Vega